Adicional a sus estudios de Contabilidad y Comercio, Balbi continúo por su cuenta a profundizar en el mundo de la pintura y a su experimentación en el campo, perfeccionándose posteriormente en la "Academia Internacional de Arte Moderno” en Roma, donde se graduó.
El creciente interés y la pasión por cualquier tipo de técnica de reproducción en las artes visuales lo llevó a acercarse a la fotografía, una disciplina que incorpora y, asimismo, lo ayuda a expresar su expresionismo creativo. Se podría decir, que si Balbi "es el portador de la brocha de pintar, los colores una manera de motor y el lienzo es un universo completo para explorar, su «Minolta Reflex" equipada con gran angular, teleobjetivos y filtros profesionales, sería una especie de tercer ojo donde descubre al mundo bajo sus diferentes perspectivas. Esto le permitió a Balbi construir o crear un archivo o portafolio fotográfico muy interesante con materiales en parte inéditos.
Fiel al axioma de migrantes intercultural, mediante el cual cada parte del mundo es la habitación de una casa de vivienda única a redescubrir cada vez, la carrera de Balbi le llevó varias veces a visitar a los cinco continentes en busca de estimulo y sugerencias, pero sobre todo, el contacto humano, con el objetivo de ampliar su horizonte explorador absorbiendo el arte figurativo que se destacan por las diferencias existentes en esos mundos. De hecho, los sonidos, olores y colores de las diferentes culturas son plasmadas en las pinturas de Balbi, cuya geometría del color están asociadas con una pluralidad de tamaños tan grandes y repentinos asociados a la caleidoscópica, obligando al espectador a un viaje a la interpretación de la pintura que se observa. Todas las obras, el uso vigilado, casi matemático, los colores tejen mundos paralelos en un hipertexto figurativo donde la figura del cromatismo es muy fuerte y potente a la vista del observador. En este sentido, la diferencia de una Pousette-Dart, cuyo expresionismo abstracto tiene tonos de investigación metafísica absoluta, el uso del color Balbiano configurado con herramientas que permiten al observador interpretar cualquiera expresión plasmada en las obras de Balbi.
Balbi se ha destacado por participar activamente en diversos eventos de arte y ha exhibido su trabajo en una extensa variedad de museos, galerías e institutos muy prestigiosos. De acuerdo con Brecht, un trabajo de arte siempre debería tener “algo” que reflejar, expresar, transmitir o decir, haciendo que el mismo se convierta en algo útil, moldeado por experiencias de la vida muy importantes que dejan huellas como la lucha en contra de la depresión, sus convicciones políticas con el ambiente y sobre todo en la defensa de los derechos de los trabajadores.
Balbi se dedica muy activamente a ayudar a las personas que no gozan de salud calmando sus dolores y agonías causadas por esas enfermedades. Es por ello, que el realiza proyectos como "Wartezimmer / salas de espera", donde un grupo de 120 obras de arte puro se dividen y distribuyen de forma rotativa en las principales oficinas de especialistas y clínicas médicas en la ciudad de Frankfurt, para probar los efectos de calmantes terapia del color en los casos de pre-intervención. También, colabora con la exhibición de Arte de la UNICEF, organización de ayuda a los niños. Con sus obras contribuye a facilitar la recuperación de los niños enfermos a través de la fantasía de las interacciones de colores pirotécnicos y liberadoras que estimulan la creatividad de los niños. Tratando de probar la acción de juegos inofensivos de la luz y el calor de los colores en los pacientes proyectado a una realidad paralela que puede calmar el estrés en ciertos momentos colmados de preocupaciones por el dolor.
De esta manera, Balbi promueve e inspira el premio cultural "Ponte sul Meno" en Frankfurt, para celebrar socialmente a los artistas dedicados y colegas talentosos del Arte. |
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